Al crecer en una granja de tabaco en la zona rural de Kentucky, Tyler siguió su fascinación por la fermentación en la industria de la cerveza, pero después de mudarse a Bélgica y regresar, comenzó a experimentar con vinagres, kombuchas, aminos, koji y encurtidos.

Su traslado a Barcelona, y una profunda inmersión apasionada de la historia de la Península Ibérica, llevaron a Tyler a crear recetas basadas en los comercios históricos de especias que trajeron nuevos ingredientes, culturas y prácticas a España. A partir de ahí, nació Onima.

Fiel a la declaración de la misión de la marca, el corazón de cada salsa, los pimientos y la sal utilizada para fermentarlos, provienen de España, con ingredientes cuidadosamente seleccionados de todo el mundo que se utilizan para amplificar su sabor.

También se toma muy en serio la acidez y opta por usar kombucha en lugar de vinagre en muchas de sus salsas para obtener una dimensión de sabor diferente. El resultado: rico, multicapa y matizado, golpeando en una variedad de niveles de calor para adaptarse a cualquier plato y comensal.

Su pasión por el arte también se extiende a las etiquetas de salsa surrealistas únicas de la marca, que Tyler crea él mismo usando una combinación de generación de IA, pintura al óleo y edición digital.